martes, 1 de diciembre de 2009

Introducción



Ya lo escribí anteriormente pero no había contenmplado la posibilidad de publicarlo, así que aquí lo pongo.

Si escribo esta especie de bitácora de mi vida, es sólo con el fin de charlar con alguien que no sea importante en mi vida, que no sea parte activa de ella, pues de este modo quien me lea no se sentirá de ningún modo agredido ni aludido, quizá ahora tú que me lees, leas algo en estas palabras que se refleje en tu propia vida, o quizá tan sólo te pienses que soy un loco ahorrándose la cita con el psicoanalísta tratando de aclarar solo sus problemas existenciales.

No importa, de cualquier modo, estas "charlas conmigo mismo", como he decidido llamarlas, son simplemente eso, charlas que quisiera tener con alguien que no es importante en mi vida, y como no existe tal, simplemente las hablo conmigo.

Hoy he tomado una decisión importante, y es muy sencillo, me he dado cuenta de que soy mucho mejor maestro que pianista, y además creo que mi mejor lugar en la sociedad es en un lugar en el que haga lo que mejor sé hacer. Hay un poema de Benedetti que se llama “no te salves” y creo que hoy, pensando en ese poema llegué a una conclusión acerca de mí mismo muy interesante, creo que ya sé que batalla es la que he perdido (he tenido constantemente un sentimiento de derrota impresionante, después hablaré de ello). Ahora creo que lo que a mí me pasa es que siento que quiero salvarme, es decir, prefiero la inmovilidad a la movilidad, la inacción consciente a la acción inconsciente, la estadía en un lugar seguro a correr riesgos aun cuando eso signifique no ganar nada. Aunque no quiero llegar al punto de tener que saberme un vago consciente como dijera Cortázar, sí que siento en estos momentos que la familia lo es todo. A veces llego a creer que el que no tiene una familia no tiene nada.
Siempre vi en una maestra que tuve aquello que yo quería ser, aunque a veces de un modo muy forzado. Una vez me dijo “haz lo que amas y lo demás viene solo” y lo entendí mal, realmente no quiero una vida de lucha constante, odio las luchas constantes, ya no quiero jugar a ser ese caballero andante que puede vencer a todo, que tiene que sobresalir para que su vida tenga sentido. Lo que quiero ahora es una vida de paz, quizá siempre he querido sólo eso. El principal problema es ahora averiguar qué es lo que quiero hacer. ¿Qué amo? No lo sé aún, no sé que amo hacer. Ahora deseo pasar de incógnito en la vida, me sé alguien que puede ver en la vida cosas maravillosas precisamente porque ser un ser sensible, debo replantearme mi manera de recibir y dar música. ¿Por qué no voy con un psicoanalista? No,me siento capaz de analizarme, creo que yo solo debo reordenar mi mente. Además en ello encontraré satisfacción.

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