viernes, 11 de diciembre de 2009

El tonto


Acabo de regresar del banco, fui a depositarle dinero a mi hermano, fui por primera vez sin música y sin cámara, creo que fue lo mejor que pude hacer. Pensé mucho en mis ojos. Vemos y creemos saber qué vemos. Es complicadísimo el funcionamiento del ojo, no sabemos ni siquiera quién ve ni porqué, aun cuando sepamos el "Cómo". Nos estamos acercando al límite del conocimiento, el lugar en el cual dejan de surgir aparentes respuestas y nacen más dudas de las que podemos soportar. El átomo para poner un ejemplo, pertenece a ese reino de cosas que son inaccesibles para nuestro entendimiento, bien lo digo Richard Feynman: "Llegamos a un lugar donde nada se parece a algo que conozcamos". Me maravilla la visión pues considero que "ver" en sí es un milagro; de regreso pasé por una fábrica de tubos y miré los colores... tan sólo eso me maravilló.

¿Por qué hago las cosas? He comenzado a negarme ciertas cosas, es tonto, pero sé que el trasfondo es importante, así que comencé a analizar.

He encontrado cierta libertad en el hecho de “no peinarme”, no más gomina en el cabello (he encontrado libertad también en otras cosas, incluso, antes no podía vivir sin mi ordenador y estar en msn todo el día conectado ansioso por recibir un mail, sin embargo ahora no me interesa que esté descompuesto mi cargador de la Laptop y no la pueda encender). ¿Qué significaba la gomina en el cabello? Quizá era símbolo de orden, de que controlo algo en mi vida, símbolo de una rutina, de una serie de actividades necesarias para obtener un resultado, un resultado que se obtiene a partir de la constancia, de subir peldaño a peldaño una escalera de logros que termina en la obtención de un deseo.

No acepto más la idea del esquema, de la progresión, ahora niego esa idea sembrada en mi subconsciente, no creo que subir uno a uno peldaños derive en la cristalización de un deseo (creo que me estoy volviendo rebelde), creo que los deseos son simplemente los motores por los cuales llevamos a cabo las cosas pero también creo que estos son inalcanzables. Ahora quizá lo que me haría feliz sería ganar la lotería, un golpe de suerte que me resuelva la vida. Antes veía en el deseo de “la solución simple” una cosa despreciable, ahora creo que es la única esperanza que me mantiene un poco estable… la esperanza de que un día pase algo que me arregle todo… ya sea la lotería o la aparición de una mujer de gran belleza que sea maravillosa y que me ame desde el primer momento en que me vea, sin conocerme, sin necesidad de creer que soy lo más maravilloso que ha conocido, así nomás al verme, sin tener que entrar en mi corazón ni en mi mente, así como así, como me gustaría gustarle a alguien, así, como debe ser el amor…


No tengo ganas de nada, aún cuando tengo concierto en 15 días y no me sé lo que voy a tocar no he estudiado. Creo que confío demasiado en mi memoria, esto es un vicio, una vez me aprendí en 2 días un movimiento de un concierto de Rachmaninoff, es una hazaña notable sin embargo no lo disfruté. Hago mal lo sé, pero quizá también mi desgano se debe a la enfermedad que me aqueja.

Sin embargo todas estas cosas no me impiden pensar, me impiden concentrarme en las cosas que debería, cosas importantes como cruzar la calle o fijarme que puerta es la que estoy tratando de abrir (me pasó algo muy curioso ayer, no podía abrir la puerta de la quinta por más que lo intentaba, hasta que me di cuenta que estaba intentando abrir la puerta equivocada), me impiden hacer las cosas que debo hacer para "crecer" o al menos lo que considero que es crecer o para no morir atropellado. Lo único que no me impide este desgano es pensar en todas estas cosas, inútiles por cierto, no gano nada, no gano amor, no gano dinero, no gano más que una pequeña satisfacción y desahogo… yo no sé cuánto tú valores mis palabras, es más, no sé siquiera si estoy siendo leído por alguien. Lo que sí sé es que hago las cosas por tonto.

Las hormigas trabajan mucho, antier vi como subían una pobre lagartija muerta por una de las paredes de mi casa, fue un trabajo muy duro, sin embargo si no lo hubieran hecho se habrían quedado sin cenar lagartija en el invierno, son tontas y trabajan porque si no lo hacen se mueren, pero en realidad no lo saben, tan sólo lo hacen... Así ando yo por el mundo, haciendo cosas que no sé porqué hago y soy tonto por eso. ¿Ejemplos? Mis fotos, mis letras, mi novela, mi cuarteto para cuerdas, el hecho de no estar ni 20 minutos sin escuchar música, arreglar mi agenda, organizar mis álbumes, pensar y pensar. Nada de esto es productivo… pero tal vez si no lo hiciera estaría muerto sin morir… si, eso debe ser, estas cosas son las que me hacen sentir que estoy vivo…

Estoy muy irritable, muy vulnerable... a veces imagino que lo único que me ayudaría sería tener una linda hijita, ni siquiera eso... una pequeñita de quien cuidar, venga de donde venga... esto es algo que me hace pensar mucho, ¿Porqué una niña? ¿Porqué cuidarla? no lo sé... pero eso quizá me haría la vida un poco más felíz o me haría sentir útil. Si, también ayudar a mis padres. Eso quiero ahora.

Soy un tonto que piensa (demasiado a veces), que elige NO HACER, un vago, un rebelde, tan sólo un niño tonto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario